José Antonio Rey Serrano

José Antonio Rey Serrano
1.966. Abogado.

miércoles, 18 de febrero de 2009

LOS DEFENSORES DE LA LIBERTAD (II): MARGARITA NELKEN







Y aquella tarde, contra
Las luces del crepúsculo sangriento,
Una walkiria rubia, desmelenada al viento,
Llena los aires de rencor: “Las piedras
Del Alcázar—les grita—serán lechos
Para nuestras mujeres y nuestros milicianos”.
Y las uñas sangrantes de sus manos
Repintadas profanan la serena
Tarde y la dulce Sagra de abejas de oro llena.
¡Ay, maldita, maldita
tú, la hebrea; la del hijo sin padre: Margarita!
¡Nombre de flor y espíritu de hiena!"

José María Pemán.
Dolor y Gloria de Toledo.
Poema de la Bestia y el Angel.



“Nombre de flor y espíritu de hiena”. De esta forma se refería el gran escritor José María Pemán a Margarita Nelken, diputada que fue socialista primero y luego comunista, y uno de los personajes con más protagonismo y responsabilid criminal no sólo en el Madrid sometido al terror revolucionario, sino en toda la zona roja, alla por el año 1.936 y hasta el año 1.939.


Margarita Nelken fue la mayor instigadora y musa de la represión en el Madrid de 1.936; inspiró las grandes sacas y asesinatos producidos en la capital de España desde que se produjo el levantamiento cívico-militar, e hizo gala de una maldad, crueldad y vesania sin precedentes.

Pertenecía al sector más radical del PSOE. Fue elegida diputada en cortes por la circunscripción de Badajoz. Posteriormente, en 1.937 ingresó en el partido comunista. Al igual que gran parte de los responsables de los genocidios y asesinatos, se dio prisa en salir de España y eludir el justo castigo por sus gravísimas responsabilidades. Se marchó a Méjico y se dedicó a la crítica de arte desempeñando un puesto en el Ministerio de Educación.

Su crueldad era extrema. Fue la que acuñó el término “depuración”, refiriéndose a la necesidad de liquidar o exterminar físicamente a todos los presos políticos que estaban detenidos en Madrid, así como una de las principales instigadoras del asesinato en masa.

Los historiadores Javier Valero y Matilde Vázquez en su libro “La Guerra Civil en Madrid”[1] manifestaban que lo que significaba el término “depuración” lo explicaba perfectamente la diputada socialista Margarita Nelken: “liquidar a los enemigos que ocupan cargos en los ministerios”. Pero ella misma consideraba que eso no era suficiente y por eso se crearon en muy diversas instancias de la vida española toda clase de “comités de depuración”.

“No, no basta para darnos garantías con liquidar a los enemigos que ocupan cargos en los ministerios. Para tener esas garantías indispensables, para que nuestros combatientes del frente sientan las espaldas protegidas, para que o tengan el temor de que les apuñalen por detrás, es preciso ir al fondo del asunto...”[2]

García Oliver (Anarquista, delincuente y Ministro de Justicia en 1.936), cuenta que le apercibieron "de los manejos que se trae la comunista Margarita Nelken, que al frente de un comité de Juventudes Socialistas Unificadas es quien asume las funciones ejecutivas de la justicia en Madrid. Opera camuflada en una pequeña oficina del Ministerio de la Guerra. Ten cuidado con los que la rodean: la mayor parte son jóvenes guardias de asalto vestidos de paisano”[3]


Margarita Nelken y Mausberger, nació en Madrid en el año 1.896 y falleció en Mejico en 1968.




Probablemente haya descendido a lo más profundo de los infiernos en donde, sin ninguna duda, está esperando la llegada de Santiago Carrillo Solares.



[1] Editorial Tebas, 1.978. Página 106 y siguientes.
[2] Claridad, 11 de agosto de 1.936.
[3] Juan García Oliver. “El eco de los pasos”. Barcelona, Ibérica de Ediciones 1978.

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