José Antonio Rey Serrano

José Antonio Rey Serrano
1.966. Abogado.

sábado, 31 de enero de 2009

LA DERECHA ESPAÑOLA Y SU COMPLEJO

A los políticos profesionales de la derecha les gusta definirse como de "centro de derecha", o pertenecientes al "centro reformista".

En el fondo, lo que les da vergüenza es autodefinirse como lo que son: De derechas. Y no acabo de entender por qué. Parece como si al no reconocerlo estuviesen poco menos que pidiendo permiso a los "progres" o a los que, sin complejos, se definen como izquierdistas y a quienes otorgan la patente de la fábrica de expedición de carnets de demócrata.

A lo largo de la historia de España ha quedado demostrado que cualquier otro partido ha tenido un comportamiento más democrático que los de izquierdas. Para comprobar esto basta asomarse siquiera someramente a la historia de la II República Española o, más reciente, asomarse a todo el proceso de la transición española, que fue prevista, organizada por el Generalísimo Franco y dirigida por personas que provenían de puestos destacadísimos del régimen, y gracias a ellos.

De haber sido un régimen de izquierdas el que hubiese estado instalado en España a lo largo de casi 40 años, a buen seguro la transición a la democracia hubiese sido violenta, como ha ocurrido en otros países de europa.

Niego que el bando de las izquierdas fuese "el de los buenos"; y que el bando de las derechas "el de los malos". Aunque éste último, sin duda alguna, es "el de los tontos".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

!qué gran político español se ha perdido la derecha española! Nos tendremos que conformar con tus acertadísimas catilinarias. Gracias y !ARRIBA ESPAÑA!

Jose Antonio Rey dijo...

La derecha española no sólo ha perdido o dejado en la cuneta a grandes políticos (y yo no soy uno de ellos, aunque agradezco el cumplido), sino que lo que ha perdido, principalmente, es el norte ideológico y moral, si alguna vez lo tuvo.

Por eso, en raras ocasiones gana elecciones; y cuando las gana, casi nunca consigue conservar el poder.

Como Saturno, devora a sus hijos. Así les va.